Residencias de ancianos: aire contaminado por todos lados
El caso de los centros de atención a las personas mayores es especial y quizá sea uno de los lugares más difíciles de tratar, ya que las fuentes de contaminación son muy numerosas y hay mucho en juego. Se trata de un espacio médico, por lo que se requiere una higiene estricta, principalmente mediante el uso de muchos productos químicos de limpieza. Las personas que viven en estos lugares son extremadamente frágiles y a menudo sufren diversas patologías. En estas condiciones, muchas cosas pueden afectar a su salud y bienestar: la contaminación del aire es una de ellas.
Las numerosas visitas diarias son una fuente de contaminación y pueden aportar microbios, virus y alérgenos adicionales. Para los residentes, los cuidadores y los visitantes, la gestión de los olores es esencial para el confort y, de nuevo, es complicada en estos espacios reducidos. Todo sucede en el mismo lugar y aporta sus propios olores desagradables: comidas en la sala común, incontinencia, pero también olores característicos y desagradables relacionados con el final de la vida y las enfermedades.
En este contexto, incluso con una ventilación eficaz, la contaminación del aire es masiva y el riesgo de infección cruzada localizada es alto. Invisibles e insidiosas, las partículas finas tienen un impacto a corto plazo en todas estas personas vulnerables y un impacto a largo plazo en todo el personal de la residencia de mayores dependientes.
Abrir las ventanas proporciona la circulación de aire necesaria, pero puede convertirse rápidamente en una molestia para los residentes y nunca resuelve el problema de la contaminación y los olores. Si no se tratan inmediatamente, estos suelen acabar impregnando literalmente los locales, afectando al bienestar de los ocupantes y visitantes.
El purificador de aire profesional al rescate de las residencias de mayores dependientes
Como hemos visto, las residencias de mayores dependientes son lugares cerrados y difíciles de gestionar, dada la presencia permanente de personas mayores frágiles. Sin embargo, la instalación de purificadores de aire profesionales en los dormitorios y las zonas comunes del establecimiento puede higienizar el espacio de forma rápida y silenciosa sin causar ninguna molestia.
El aire es absorbido por el dispositivo y con él las partículas finas (PM 2,5), los alérgenos, los compuestos orgánicos volátiles (COV), los gases, los mohos, los virus, las bacterias y los olores que contiene. Las capas filtrantes y las tecnologías específicas de tratamiento del aire son capaces de eliminar el 99,9 % de estos contaminantes. El aire devuelto es perfectamente puro, sano y agradable, y se distribuye mediante una suave ventilación a los cuatro rincones de la habitación, incluso en grandes superficies.